La ultima pared.

Al final cuando te cansaste de caminar, bienvenido a la ultima y llana pared. Descansa aquí hasta el final de tus días n.n

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Los mangas que nunca escribi parte II

Antes que nada, les comento que en la entrada anterior escribí dos historias en ves de tres ya que no pude seguir usando la pc. Y la entrada que escribí continuando, al publicarla se borro y no quedo ni el borrador. Hoy les voy a contar el manga que si tiene "final" y es muuuy largo, no solo eso, sino que también use el personaje principal para varios rols.

Hace varios miles de años la hija única de Zeus (porque luego la sociedad machista cambio que en vez de ser hija, Zeus tenía un hijo llamado Hercules) de nombre Hera, estaba obsesionada con los mortales. 

La joven Hera.

Pasaron los años y Zeus acepto la petición de su pequeña (no muy convencido) de que se haría pasar por una mortal y viviría tranquilamente con ellos, luego volvería con su padre al Cielo. Pero lamentablemente, tuvieron la muy mala suerte de que, cuando Hera recién tenían un par de meses en la tierra haciéndose pasar por mortal, cae la época de caza de brujas y fue una de las primeras en ser tomadas por esos “seres del demonio”. Sin perder tiempo la queman en la hoguera, y ella, en sus últimos segundos de vida, maldice la Tierra y predice su renacimiento y con el , la destrucción de todos los infieles.
Pasaron miles de años, y la joven Hera aun se sentía mal por su comportamiento en la Tierra y le decía a su padre que fue culpa suya por no ver bien en que lugar habían decidido darle una vida mortal. Luego de un largo tiempo, la joven logra convencer a su padre de un último intento, pero esta vez, elegirían bien el lugar donde su hija se quedaría a convivir con los humanos. Llegaron a la conclusión que, el mejor lugar, era aquel pequeño y alejado poblado que se había formado y adoraba a la joven Hera, creyendo que, al ver que con el tiempo era un lugar calmado y si la adoraban a ella, sería un pueblo pacífico y sin problemas.
Todo parecía ir normal los primeros meses en los cuales la joven Hera se paseaba entre los mortales. Al cabo de un tiempo, comenzó una tímida relación con un joven pueblerino, que, en esa época, las relaciones no pasaban de ser paseos de la mano. Todo marchaba bastante bien, y su Padre (el cual la observaba muy a diario) se confió con el paso del tiempo y dejó de vigilar a su hija, cada día más.
El día en que todo pasó, Hera (Con el nombre de Margarita para los mortales) se sentía especialmente desprotegida, sin entender por que tenia exactamente ese sentimiento, pero es el que creía descifrar. Se preguntó que estría haciendo su Padre y si velaba por ella.
Volvía tarde de ver a los niños jugar en el parque, su mente se había despejado un poco, pero aun así tenía la sensación que algo terrible iba a suceder. Pero se lo negó a si misma, ese era su hogar, no corría peligro.

5 segundos después, una fría mano surgió de la oscuridad y le tapo la boca mientras la sumergía en lo profundo de la noche.

Cuando Hera recobro el sentido, estaba amaneciendo, le dolía todo su cuerpo, estaba sangrando por todas partes, pero especialmente sentía un terrible dolor y ardor en sus zonas intimas. No podía levantarse, le quemaba todo el cuerpo, y aún la fría mano de aquel extraño apretándole hasta los huesos invadía su piel. Le tomo varios minutos ponerse de pies, y varios más llegar finalmente a su casa. Nadie la había visto, nadie vio lo que sucedió esa noche, pero Hera no podía sacárselo de la cabeza, llego a su cama y se desmayo sobre ella.

Pasaron las semanas hasta que Hera decidió volver a salir. Primero porque se había quedado sin comida, segundo porque su pretendiente se sentía ofendido ya que no le abría la puerta y tercero porque las heridas no eran visibles. Pero al parecer de que su encierro duro dos semanas, nadie sospechaba nada, y cuando la joven Hera trataba de volver a la normalidad, se dio cuenta horrorizada, que había quedado embarazada.
Nadie sabe cuándo, ni como, ni de donde, pero cuando el embarazo de Hera era más que obvio, se dispersó un rumor muy fuerte acerca de que aquel hijo que iba a venir seria la resurrección de la diosa a la cual adoraban, la mismísima Hera.
El tiempo seguía, y Hera se sentía más sola que nunca, su pretendiente la había abandonado, y todo el pueblo hablaba a sus espaldas. Sentía que su vida no podría ser peor, y ya estaba a unos días de dar a luz, podía sentirlo.

Todo paso muy rápido, el rumor se volvía cada vez más y más fuerte y por alguna razón, mágicamente quien lo escuchaba, automáticamente lo daba por cierto.
El día de parto, Hera cayo al suelo gritando de dolor en plena plaza central, se sentía completamente observada por todos, quienes, extrañamente, no hacían nada para ayudarla, solo se limitaban a mirarla. A los pocos minutos, el Parroco apareció, e hizo unas indicaciones a unas personas para que hiciesen algo que daría lugar al ritual. La muchacha no entendía nada, y no podía moverse debido al dolor que apenas podía soportar.
Casi perdiendo el conocimiento siente que la levantan y el Parroco comienza a rezar, el santo que era dirigido hacia ella misma, pero nadie tenia la mas mínima idea, creyendo ingenuamente que ahora seria ayudada, observa horrorizada como el párroco saca un cuchillo y exclama mirándola a los ojos.

Con este sacrificio, oh Diosa Hera, te traemos de vuelta para que castigues a los infieles e impuros que no creen en tu presencia, renace y bendícenos Diosa Hera!

Rápidamente, mientras siente que comienza el parto y su hijo o hija le implora por salir, el Parroco clava el cuchillo exactamente sobre su corazón, matándola al instante.

No, ella no es el personaje principal, y esto vendría a ser un tercio de la historia real. Lo lamento si es aburrida, prometo continuar cuando se me plazca. Saludos!