Y aquí estoy, sentada detrás del monitor dándole tumbos a la idea de como seguir avanzando.
Estoy deseando cambiar de trabajo, parte de mi ya lo da por hecho. Y otra parte dice que para lograrlo necesito un nuevo trabajo. La primera parte le responde como si eso ya estuviera hecho. La segunda le dice que no me responden los mails y que por ende, no hay trabajo nuevo a la vista. Silencio por todos lados.
Quiero seguir estudiando. Pero necesito trabajar part time para eso. Y si no consigo nada voy a tener que seguir trabajando aquí x_x
Al parecer siempre es mi trabajo lo que termina jodiendo x aspecto de mi vida.
Voy a tratar de que eso no sea mas. Que mi mal trabajo no afecte mi día a día. Que no lo vuelva algo mas grande de lo que es.
Por eso voy a dejar eso ahí y voy a hablar de otra cosa. Estoy desvariando.
Retome el placer de la lectura. Tengo muy pocas horas libres, y me enorgullezco de decir que las uso para leer. No leo lo que leen la gente intelectual. Es ficción general y pronto retomare a S. King.
Estoy constantemente mareada. Lo cual no lo soporto ya que me saca el animo y las ganas de hacer muchas cosas que tengo que hacer.
No tengo mucho mas que contar así que soltaré una historia random que voy a improvisar.
"El Cielo es mejor cuando esta completamente nublado" dijo ella recostada en el húmedo suelo.
"¿Como puedes pensar eso? Es deprimente no poder ver el Sol, es triste ver el gris" le replicó el muchacho, el cual estaba sentado arrancando pedazos de pasto distraídamente.
"No el nublado por la tarde. Sino ese nublado que solo se ve en lugares sin edificios y por la mañana. Un nublado que cubre el Cielo de manera uniforme, dejándolo totalmente blanco. Que ni el Sol se vea, pero su brillo haga resplandecer el Cielo."
El muchacho se quedó en silencio mientras imaginaba la escena. A decir verdad unas pocas veces había visto el cielo de una manera parecida. Trató de pensar en el porque le gustaría tanto a su amiga recordarlo así. Tal vez el recuerdo se desvirtuaba en su memoria y la hacia verlo de una manera que realmente no era.
Pero el frio del suelo no lo dejaba pensar. Aun así decidió no replicarle nada a su compañera. Disfrutando la paz del silencio. Pero la chica continuó.
"Cuando el Cielo esta así, yo puedo dibujar sobre el. Es como un enorme boceto en blanco, esperando para tu creatividad e imaginación. Cuando era mas chica era mi Cielo favorito para dibujar. Recuerdo como las profesoras que no me conocían me preguntaban -¿Por que dibujas espirales en el Cielo?, ¿Por que hay formas abstractas, de tantos colores donde debería haber nubes?-. Ellas no entendían, y creo que hasta ahora no entienden, pero se cansaron de insistir conmigo. Pero bueno, ese es el Cielo que yo puedo ver ahora. Por eso nunca es el mismo, pero siempre se mantiene igual. ¿Me entiendes?"
El pequeño realmente no entendía, pero no quería arruinar el momento. Se quedaron un rato mas así, en silencio, hasta que un llamado a la lejanía los invadió.
"Bueno, supongo que esto es todo por hoy" Dijo la muchacha reincorporándose con algo de dificultad.
"Mañana le voy a prestar especial atención al cielo" Dijo el chico levantándose rápido para ayudar a la pequeña a levantarse.
"Préstale hoy también atención. Si te concentras, podrás verlo como yo"
La niña se quedó parada, esperando algo. El muchacho fue rápido y le alcanzó el largo y fino bastón a su amiga, la cual agarro con torpeza, desacostumbrada. Él la tomó por el brazo y fueron despacio cuesta abajo, mientras ella tanteaba con el bastón el camino que tenia por delante.
Al día siguiente, el chico se levanto muy temprano por la mañana y se asomó por la ventana. A pesar de que el día anterior había sido plenamente soleado, esta mañana el Cielo estaba totalmente blanco y brillante. Sin dejar de sonreír, empezó a dibujar espirales de colores en aquel enorme lienzo.
